Durante una sesión intensiva de charlas periodísticas en el marco de una cena con colegas de diferentes medios, Lumila entró en un trance (dice que) hipnótico y comenzó a hablar sin decir ni una sola vez la palabra "mierda" y otros improperios.
En ese momento nuestra cámara pudo capturar el instante justo en el que nuestra compañera se disponía a mirar su interior... Nótese que empezaba por la base de su cerebro o por lo menos hacia allí iba su mirada...
Lo que nunca comprendimos es que hacía ahí el espíritu de Marcos Fernandez Leyes...
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